Microrrelatos

Tarde

Cuando por fin reunió el valor suficiente para coger el teléfono y llamarla, nadie contestó al otro lado. Nunca supo el motivo.

Y ahora, en su lecho de muerte y acompañado únicamente por su soledad, recuerda una vez más ese momento. Maldiciéndose hasta el final por no haber actuado antes.